Camping en España

El camping, traducido como acampada al español, es una actividad al aire libre que implica dormir una o mas noches en una tienda, caravana o carpa, y cuyo principal fin es alejarse del mundanal ruido y estar en contacto con la naturaleza. En España esta forma de viajar y de hacer turismo ha adquirido cada vez mas adeptos, debido a que los precios de los alojamientos tradicionales se han disparado, así como la necesidad de volver a las raíces de la esencia humana, en conexión con la vida natural, debido al gran estrés al que nos vemos sometidos diariamente, sobre todo aquellas personas que viven en grandes ciudades.

En España, los campings se sitúan generalmente junto a pequeñas poblaciones rurales, en medio de la naturaleza, para poder realizar tanto actividades al aire libre como culturales, visitando comarcas, pueblos, construcciones…así además, los campistas pueden acceder a diferentes servicios y comodidades tanto a nivel comercial como de ocio. Lo cierto es que en los últimos años los campings españoles se han puesto al nivel de los europeos (donde hay mucha mas tradición de acampada), añadiendo servicios, instalaciones y equipamientos para elevar el nivel de los visitantes y mejorar la pobre imagen que anteriormente se tenia de este tipo de alojamiento.

La mayoría de usuarios de los campings suelen ser amantes de la naturaleza, que gustan de disfrutar de un contacto directo con la misma, pero que cada vez renuncian menos a las comodidades propias de un hogar. Existe la posibilidad tanto de estancia con tiendas de campaña como con caravanas, y también existen camping con bungalow propios, que son como pequeñas cabañas de madera donde el cliente se encuentra en un entorno cálido y acogedor. Y dentro del recinto se encuentran servicios comunes como duchas, lavabos, bar-restaurante, salones y piscina, así como telecomunicaciones (teléfono, fax e Internet). Muchos de estos establecimientos ofrecen también la posibilidad de realizar actividades al aire libre para los campistas, como deportes de aventura en ríos, barrancos y montañas (descenso en los rápidos de un río, senderismo, montañismo, kayak), así como equitación, excursiones a pie y en 4×4, visitas a cuevas, caza y pesca. Muchos han ido incorporando servicios de animación para los más pequeños, parques de juegos y accesos para minusválidos.

Muchos campistas acuden a estos lugares en familia, porque es una forma de compartir el tiempo de ocio en vacaciones de forma relajada y accesible. Asimismo, muchos jóvenes optan por el camping por ser una manera más económica de alojamiento. Los precios varían de la temporada alta a la baja, ya que en verano es cuando más demanda hay, oscilando entre los tres euros por persona y día hasta los ocho o diez euros. De igual forma, los precios por alquilar las parcelas, la conexión eléctrica o la estancia de una mascota también son diferentes según el mes en el que acudamos. Lo mejor es informarse antes a través de Internet del sitio al que queremos acudir, su entorno, los accesos y las condiciones de la estancia, para evitar cualquier tipo de eventualidad futura. También es aconsejable llevar consigo productos contra las picaduras de insectos, ya que por las noches, con las luces halógenas, suelen molestar bastante; y tener en cuenta que en la mayoría están prohibidas las barbacoas de leña, por lo que habrá que recurrir a una eléctrica o de camping gas.