Viajes baratos de Semana Santa

Cuando llegan fechas señaladas como las Navidades o la Semana Santa, siempre llega el dilema de dónde ir de vacaciones, cómo organizarlas y cómo pagarlas. Específicamente, la Semana Santa es una época bastante bulliciosa y solicitada, porque son pocos días y supone un respiro entre las vacaciones de Navidad y las de verano, para las que todavía quedan unos meses.

Los viajeros se dividen entre destinos nacionales e internacionales; entre los primeros los hay de todo tipo, ya que pueden ser tanto lugares de origen familiares, en zonas rurales, como ciudades cuyo fervor religioso es famoso en estas fechas y atraen a miles de turistas, y también las zonas costeras atraen a bastante gente (los destinos estrellas son las Islas Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana). Los destinos internacionales son evidentemente más caros, y quizá sean cubiertos por personas de un mayor nivel económico, que buscan desconectar estos pocos días del trabajo estresante. Las opciones son muchas, pero está claro que siempre serán más económicos los viajes dentro de Europa, por la cercanía y la existencia de numerosas compañías de vuelo de bajo coste que existen en el territorio.

Si por ejemplo optamos por una Semana Santa de tipo religioso, está claro que Andalucía es el lugar idóneo, por la belleza y espectacularidad de sus procesiones. Ciudades como Sevilla o Málaga reciben cada año miles de turistas en busca de disfrutar de las imágenes, el olor a incienso, el ambiente y el fervor religioso. Pero es importante no dejar ningún detalle para el último momento, ya que como es de suponer, en esas fechas todo está de sobras ocupado y saturado. El momento ideal para buscar el viaje más económico es después de Navidades, si se puede incluso antes, ya que un mes antes de que comience Semana Santa ya está todo reservado. Lo mejor es recurrir a Internet y a los buscadores de vuelos de bajo coste, pueden encontrarse ofertas muy interesantes. A la hora de buscar alojamiento, optar por un hostal mejor que un hotel (también reservar con mucha antelación, porque además ciudades como Sevilla tienen una alta ocupación durante todo el año), y elegirlo céntrico; de esta forma nos será más fácil orientarnos y acudir a pie a todas las procesiones, con el consiguiente ahorro en transporte.

Si nos decidimos por un destino costero, también hay que hacer la reserva lo antes posible, pues se considera temporada alta. Y para buscar el vuelo, evitar el día anterior a las fechas clave, porque con seguridad estará todo completo (es decir, olvidarse de viajar el Miércoles Santo, por ejemplo, mejor el lunes o el martes). Hay que recordar también que los aeropuertos secundarios reciben vuelos mucho más baratos, con lo que si nos es posible, hay que barajar esta opción. Asimismo, para trasladarse del aeropuerto al núcleo urbano es preferible utilizar el transporte público (autobús o tren), ya que muchos taxistas hacen su particular agosto en estas fechas y aumentan las tarifas. Otra buena opción en estas fechas, si se desea desconectar del mundanal ruido sin tener que viajar fuera del país, es acudir a una de las muchas casas rurales distribuidas por toda la geografía española, donde se puede disfrutar de tranquilidad y descanso, buena gastronomía, paisajes y actividades al aire libre sin tener que desembolsar una fortuna. No hay que reservarlo con mucha antelación, aunque conviene barajar varias posibilidades con tiempo, para evitar agobios de última hora.