Deportes de aventura

Los denominados deportes de aventura son aquellas actividades que implican, en mayor o menor medida, una subida de adrenalina y sensaciones de peligro que no pueden sentirse con otras prácticas deportivas. Para todos aquellos amantes de la naturaleza y el deporte, existen este tipo de actividades, en las que ambos ámbitos pueden combinarse.

En los deportes de aventura, el hombre se integra en el entorno natural, y convive con éste estrechamente en forma de ejercicio físico. El auge de los deportes de aventura viene avalado en los últimos años por la amplia oferta de productos y actividades que ofrecen las grandes compañías turísticas. El cliente ya no se conforma con paisajes bonitos o visitas culturales, sino que hay una creciente demanda por experimentar nuevas sensaciones y tener unas vacaciones activas.

Sin embargo, la denominación de deportes de aventura no es un término que englobe a las actividades relacionadas que han surgido en los últimos años, sino que deportes que se han venido practicando tradicionalmente pero que impliquen cierto control físico y mental en situaciones extremas pueden considerarse dentro de esta definición. Un ejemplo son los deportes más exigentes dentro del excursionismo, como pueden ser la escalada en hielo y la escalada en roca libre, o también deportes de deslizamiento como el snowboard.

Hay muchos deportes que pueden considerarse de aventura. Por citar alguno de ellos, uno de los que cuentan con mayor número de aficionados es el kitesurf (o esquí con cometa), que puede practicarse tanto en el agua como en la nieve o en el hielo. El esquimo es una modalidad de piragüismo muy extendida también, donde se compite en ríos y torrentes naturales; la canoa es originaria de la tribu de los arawak en las Antillas, y hay dos modalidades de la misma: el kayak y la canoa canadiense. Por otro lado, tenemos el esquí nórdico, que es uno de los deportes de aventura más completos que existen a nivel físico; también se le conoce como esquí de fondo, y permite ejercitarse tanto a nivel cardiovascular como muscular, al mismo tiempo que contemplar maravillosos paisajes nevados mientras que nos deslizamos por la nieve.

En cuanto al plano acuático, ha crecido la demanda de practicar el bodyboard, similar al surf tradicional, pero a diferencia de éste no se está de pie sobre la tabla, sino que la posición principal es la de estar tumbado o arrodillado, por eso se llama bodyboard (literalmente cuerpo sobre la tabla). En cuanto a los amantes de la montaña, también tienen su espacio a través del desafío o montañismo de riesgo, para satisfacer sus necesidades de aventura, disfrutar de grandes espacios y del contacto con la naturaleza. Se trata de hacer un recorrido rocoso escalando con el menor equipaje o herramientas posibles.

En este sentido, el trekking es el deporte de aventura que más adeptos ha ganado en los últimos años. Es una actividad de características deportivas y lúdicas que consiste en recorrer senderos agrestes, habitualmente terrenos montañosos pero que poseen variada orografía. Se necesita para realizar un circuito cierta formación previa, buena forma física y conocer algunas reglas básicas de seguridad, para que, en caso de percance, puedan tomarse las medidas adecuadas.