Camping y caravaning

El camping es una forma de disfrutar del tiempo libre de forma sana y natural, en contacto con la naturaleza y teniendo como lugar de estancia propio una tienda de campaña o, en el caso del caravaning, una caravana o autocaravana. Los aficionados a este tipo de viajes suelen agruparse en clubs o asociaciones, donde disfrutan de viajes, encuentros, zonas comunes y actividades culturales, y siempre estacionan sus vehículos en lugares destinados a ello.

Los seguidores de este tipo de turismo caravaning tienen en su vehículo su segundo hogar, y cuentan maravillas de esta forma de viajar. En primer lugar, no tienen que deshacer equipaje cuando llegan al lugar de acampada, todo lo tienen siempre a mano y colocado en su sitio. No hay que preocuparse de buscar estancia, hoteles, apartamentos, siempre se alojan en un lugar confortable y hogareño, saliendo de viaje siempre a la hora que quieren y llegando de igual forma cuando les place. El viaje empieza a disfrutarse desde el mismo momento de la salida, y se continúa en el camping, donde cada vez hay más comodidades a nivel colectivo.

Además, aparte de la inversión inicial en la caravana, es la forma más económica de viajar, porque los campings suelen salir bastante baratos, principalmente porque se pagan unas cuotas al año por socio, y si se tiene un carnet de estas características, se puede tener acceso a numerosas instalaciones diseminadas por toda la geografía nacional y europea. Además, a la hora de viajar con niños o mascotas, se hace mucho más fácil y ameno, los más pequeños pueden disfrutar de la naturaleza y crecer en un ambiente más libre y saludable. El viaje puede adecuarse a las necesidades de cada uno, y la estancia a cualquier eventualidad que pueda presentarse.

En cuanto al equipamiento que se debe llevar en la acampada, dependerá del número de personas que vayan a quedarse, sus costumbres y el tipo de estacionamiento al que acuden, es decir, si el camping es de playa o de montaña. La premisa más importante es que no podemos trasladar nuestra vivienda habitual a la caravana, sino que hay que prescindir de elementos superfluos, para que la calidad de vida durante la acampada no se vea afectada. Si acumulamos cosas, el peso global de la caravana se verá afectado, y nos será más difícil maniobrar con ella en terrenos abruptos o a la hora de aparcarla.

A la hora de acampar con la caravana, suele hacerse de un modo fácil y rápido, ya que la mayoría de estos vehículos están adaptados para ello. Se utiliza a modo de complemento algún toldo o montaje a modo de porche, y se disponen unos cuantos muebles de exterior para que se esté lo más cómodo posible. Si es necesario porque viajan muchas personas, o porque la estancia va a ser relativamente larga (de uno a tres meses) pueden montarse también elementos anexos a la caravana, como la cocina o alguna tienda de campaña. Es mucho más aconsejable acudir a campings para disfrutar de una buena estancia que a cualquier área de acampada, más destinados a ser lugares de paso. Los primeros están perfectamente acondicionados y cuentan con instalaciones y servicios propios, son auténticos lugares de vacaciones, mientras que las áreas de acampada apenas disponen de algún wc o con suerte agua potable.